Juan Morales Rojas (1918-1991)

Soneto a Montoro

Guadalquivir ce�ido a tu ladera.
Estrella y blanca noche en tus alcores.
Romana Epora, entre olivar y flores,
dormida est� la eternidad que espera.

Montoro es brisa y flor, sue�o y quimera
que a la pira romana resplandores
le presta de los ojos so�adores
de su mujer, inspiraci�n y hoguera.

Alc�zar de olivares es tu sierra,
que hace de t�, bendita y noble tierra,
un rinc�n de delicias, un tesoro.

Cuando el r�o a su paso fiel te ba�a
canta despu�s su linfa que en Espa�a
�Tiene un rinc�n el Cielo que es Montoro!

Brisa de Montoro

Hay que subir...Subir por la ladera,
�ngel cansino hasta la cumbre altiva
en que la sombra del aceite esquiva
la brisa de lejana sementera.

Hay que sentir nostalgia de pradera,
hay que beber el brote en pe�a viva
y escuchar la garganta de la diva
que su canci�n entona pla�idera.

�Ay! brisa de Montoro, montore�a,
que en cada faz plenilunar se empe�a
en ser joven eterna en los olivos.

D�jame que, al morir, mis labios yertos
reciban la caricia de mis muertos
cuando arrastres pasiones de mis vivos.

Eternidad en Montoro

La tarde se diluye entre los montes
entre un sopor est�tico de olivos...
El arrecife malva de los vientos
hojas juega de planta en remolinos.
�Cu�ntas tardes iguales, �oh, Montoro!
fueron labrando tu erosi�n de siglos!...
�Cu�ntas brisas suaves peinadoras
de ese suelto cabello de tus riscos!
�Cu�nto aroma de b�lsamo de aceite
temblando en el alcor de tus molinos!...
Un p�lpito de paz brota en los muros
dorados de tus viejos edificios:
edificios calientes con aleros
donde aves tiernas suspendieron nidos.
�Cu�ntas noches iguales, �oh Montoro!
Viejas y estrellas duermen en tus quicios;
ni�os y perros juegan en tus plazas...
bajo tu puente pasan tiempo y r�o...
La vida se diluye entre tus montes.
Bajo tu amada tierra son los m�os
canci�n de la nostalgia, acaso rosas,
polvo de siderales infinitos,
dulzura amarga en la borrada huella,
Eternidad de donde nacen siglos,
�Cu�nto aroma de tiempos, �oh Montoro!
�Qu� jugar de tu plata en remolinos!
Un p�lpito de paz vive en tu brisa...
bajo tu puente pasan tiempo y r�o...!

Soneto a Andaluc�a

Cielo azul entre campos soleados,
desde Ja�n a C�rdoba la Llana.
Una l�rica gracia sevillana
y un b�lsamo de olivos plateados.

Carabelas y afanes preparados
al alborear en Huelva la ma�ana,
de la gloriosa gesta americana
de marinos por Dios iluminados.

C�diz, napole�nica e isle�a.
Gloria mediterr�nea malague�a.
Y un mar de fandanguillo en Almer�a.

Espa�a admira, absorta y asombrada,
la infinita belleza de Granada.
�Belleza sin igual de Andaluc�a!

C�rdoba

La centenaria piedra al sol dorada;
B�tica Madre en qui�n florece el r�o.
Campi�a que arde al fuego del est�o;
jara, espliego y tomillo, cumbre alada.

Por la cultura, t�, romanizada.
Por el Cor�n se pierde tu albedr�o.
Te libra el fuego de la Cruz del fr�o,
teol�gico sentir, cristianizada.

Risue�a en tus vi�edos y olivares,
poetas te coronan de cantares,
prudente y sabia en tu filosof�a.

Y entre callejas, plazas y rincones,
un cante jondo enciende corazones.
Y brota del nocturno tu Poes�a.

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