Antonio
Casares
Querencia
del olivo
- Yo quisiera estar siempre como
t�, viejo olivo,
- enhiesto bajo el cielo azul de
Andaluc�a,
como un dios que se siente
eternamente vivo,
heraldo de una tierra que
anuncia la alegr�a.
Sembrar�a en el viento
estos versos que escribo,
para que todo el mundo oyera la armon�a
del �rbol de los sue�os, del �rbol sensitivo,
que s�lo da frutos de amor
y de poes�a.
Quisiera mirar siempre la
soledad del monte,
la belleza sin fondo del mar del horizonte,
la tierra que me acoge,
hermosa como un verso.
Y levantar mis ramas al
cielo como un grito,
para as� proclamar mi dolor infinito,
cuando quieran cortarme, a todo el universo.
- Bilbao, 7 de junio de 1998
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[email protected]
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