| 
               Antonio
              Gala 
              
              Olivares
              de Mancha Real 
              
                - Sencillo e intrincado,
 
                  con su tesoro a cuestas 
                  el olivar cavila. 
                  En él no son precisos 
                  ni rosas ni claveles: 
                  sólo estar, siglo a siglo, 
                  serenamente en pie. 
                   
                  Cuanto miramos desde arriba es nuestro, 
                  porque nos mira y somos suyos. 
                  Cae el cielo, y tú me amas, 
                  y el olivar nos ama a ti y a mí. 
                   
                  La tormenta muy pronto 
                  restallará sus látigos. ¿Qué importa?: 
                  ya no sueño dormido ni despierto, 
                  ya te tengo entre olivos. 
                  Mi patria sois; me extinguiré en vosotros 
                  para que empiece todo una vez más. 
               
               
               
              
                
             |