Jos�
Antonio Mu�oz Rojas
Y
esta casa tan bella
- �Y esta casa tan bella!
Cuando vengo de lejos
a caballo, entre olivos,
me parece a lo lejos
un barco en estas mares
de olivos, empujado
por olas de olivares,
llevando aquello que
m�s amo. Al fondo,
�sierras?, �nubes? �Qu� pueblos
por las sierras, prendidos
al filo de las lomas?
Cortijos y olivares
y olivares y m�s olivares.
Ahora, por febrero,
se pone tierno el campo.
Da miedo de rozarlo.
Yo voy con el caballo
perdido. Y me parece
que est�n viendo este campo,
por mis ojos, los ojos
que hoy duermen. Me parece
que est�n viendo este campo,
por mis ojos, los ojos
a�n no abiertos. Est�
el campo como el ojo
de un ni�o reflejando
tanta belleza sin
saberlo. Temblamos
no se rompa el espejo,
inmenso temblador
del campo por febrero.
Siempre me asomo al viso
desde donde columbro
la campi�a a lo lejos.
Olivares y olivos
y cortijos de nombres
que han estado de siempre
sonando en mis o�dos.
-La Deleitosa, El Duende
La dura tierra arada,
la dulce tierra uncida
al hombre, haciendo yunta
por siempre.
Luego,
vengo despacio. Dejo
las riendas sueltas. Siempre
est� la casa hermosa,
bogadora entre olivos,
y dentro de la casa,
los que amo.
Si llego,
se me cuelgan lo mismo
que un collar de dulzura
que pesa alegremente.
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