Josep M. Rodr�guez

S�mbolo

Los olivos expresan el dolor:
giran sobre s� mismos,
se retuercen,
igual que un ejercicio manierista.

Hay un olivo cerca de mi casa
y, aunque s� que el dolor es contagioso,
me gusta compartir su soledad.

En ocasiones,
parece sugerirme
el esfuerzo final de alguien que se est� ahogando
y que alarga la mano
como creyendo en Dios.

Si cerrase los ojos
llegar�a a escuchar su oscuro grito.

Pero no,
no hay m�s grito que el tiempo
que gotea desnudo a medianoche.

�rbol mudo,
�por qu� extiendes tus ramas hacia m�?
Envejece el silencio en tu interior
y no me queda mucho que decirte.

Hoy contemplo el olivo
y soy yo el s�mbolo.

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